El PJ bonaerense abrió su proceso de renovación de cara a las internas de febrero, con Máximo Kirchner, Kicillof y nuevos dirigentes moviendo el tablero para definir la próxima conducción.
La definición llegó durante la reunión del Consejo Nacional del PJ, donde el diputado ratificó que la renovación “será a comienzos del próximo año”, y que podrá resolverse “por competencia electoral o a través de una síntesis de unidad”. El mensaje abrió oficialmente la puerta a una disputa largamente postergada.
El debate interno vuelve a dividir al peronismo bonaerense en tres grandes corrientes:
– El espacio que responde a Axel Kicillof, más activo desde la creación del Movimiento Derecho al Futuro (MDF).
– La Cámpora y el cristinismo, que buscan sostener a Máximo Kirchner.
– El massismo, que participa de la discusión desde la periferia pero sin involucrarse en la pelea inmediata.
En el kirchnerismo reconocen que Kirchner puede competir, pero también que la interna es un paso necesario para ordenar al PJ después de un año sin PASO. El principio rector vuelve a aparecer: “quien gane conducirá”.
Aunque varios intendentes lo imaginan como presidente del PJ, Axel Kicillof tomó distancia y dejó claro que su proyecto está puesto en 2027. Sin embargo, su entorno ya empezó a intervenir en la discusión. Entre los nombres que suenan aparece el ministro Andrés “Cuervo” Larroque, quien dejó abierta su disponibilidad pública. También figura el intendente platense Julio Alak, considerado una opción con llegada transversal.
Otra voz que pidió internas es la de la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, que sin reelección por delante busca disputar un rol mayor en el esquema partidario. “El PJ no puede ser sólo un sello; tiene que servir para construir”, dijo al confirmar su intención de competir si se abre la elección.
De aquí a febrero se definirá el rumbo: si habrá una lista de unidad o si finalmente se abrirá una contienda interna que reconfigure el liderazgo del peronismo bonaerense en la antesala de 2026. Mientras tanto, el partido intenta ordenarse en medio del avance del gobierno nacional de Javier Milei y una militancia que reclama renovación.
