La actividad fabril bonaerense cayó al 60% de su capacidad instalada, el nivel más bajo en años. Dirigentes de distintos espacios coincidieron en que el modelo económico nacional asfixia a las pymes y pidieron medidas urgentes para sostener la producción y el trabajo.
El desplome industrial en la provincia de Buenos Aires se traduce en cierres de empresas, despidos y contracción del consumo interno. Los últimos datos del INDEC confirmaron una caída generalizada en todos los rubros, mientras que la oposición advirtió por el impacto de las políticas del Gobierno nacional y el oficialismo provincial presentó proyectos en la Legislatura para proteger el empleo.
Dentro del sector manufacturero, la capacidad de uso ronda apenas el 50%, con ramas emblemáticas en crisis: textil (41%), metalmecánica (44%), automotriz (53%) y plásticos (42%). La diputada María Belén Malaisi (UCR) advirtió que “las actividades más golpeadas son las que más empleo generan” y reclamó reconstruir el entramado productivo. En paralelo, las tasas de interés del 190%, las más altas en 17 años, agravaron el cuadro al encarecer el crédito y ahogar el financiamiento de las pymes.
Malaisi presentó dos proyectos legislativos para declarar la preocupación por el desplome industrial y exigir una revisión del esquema monetario. “La situación es crítica y no admite dilaciones”, señaló al remarcar que las pymes “son el motor del empleo bonaerense”. Desde el Ministerio de Economía provincial, Pablo López confirmó la gravedad del escenario y describió un fuerte impacto en sectores como la construcción, el cemento, el hierro y los neumáticos, con caídas que superan el 40% interanual.
Según López, el derrumbe se profundizó durante 2025, con más de 4.000 firmas cerradas en lo que va del año y 17.000 desde la asunción de Javier Milei. “Menos producción es menos empleo para las y los bonaerenses”, advirtió el ministro, quien reiteró que sin una reacción inmediata “el deterioro del corazón industrial del país podría volverse irreversible”.
